Sunday, March 18, 2012


“se llora”

Se llora
Se llora por la vida,
Por ese no cumplimiento
Se llora por ese ¿Otra vez?
Se llora por no poder llorar a rienda suelta
Y quedarse en ese escondite
En esos sueños ermitaños,
En esa realidad nefasta de lágrimas escondidas.
Las que quedan en mis pestañas a punto de caer,
Pero petrificadas por el miedo.
Igual que yo.
Igual que mi vergonzosa persona.

Que envidia siento del cielo.
Que envidia siento de ti que lloras con rabia.
Con toda tu emoción…
Y así vives en plenitud la vida.

Ya no quiero nutrirme de sueños silenciosos
Que aflojen la verdadera realidad
Que no dejan salir mis lágrimas.

Ese bulto en mi pecho llega hasta mi garganta
Y no se convierte en lágrimas
Ni en sudor.
Sólo en ese olor putrefacto de llanto escondido.

Por eso quiero llorar.
Por eso llora el cielo.
Por eso lloro.
Y por eso se llora.




18-junio-2011

Saturday, March 17, 2012


En la mañana

Cuando llegan, sigilosamente se van acercando. De a uno. La más astuta empuja la puerta que se encuentra junta por el miedo a los terremotos, y sus delicados pasos son casi imperceptibles. Ya no está tan delgada ni joven, pero sigue siendo hermosa y desbordando majestuosidad. Sin vacilar, de un salto seguro sube a la cama donde yo aún duermo. Este es un ritual que adoro aunque percibo la mitad de manera inconsciente, y conozco tanto a esa felina que sé cómo se comporta frente a las más diversas situaciones.
 Ya en mi lecho, comienza una divertida danza con sus patas sin mover su torso por un largo rato, generalmente ahí es cuando despierto y escucho un suave ronroneo característico, “Ah es la Canela”. Luego se recuesta. Me gusta cuando lo hace cerca de mi pecho. Que rico ese gatuno calor matutino.
 Un poco después entra el Clemente, claro él es más audaz y pasa casi corriendo, ya de partida resoplando por la nariz. Sin ningún cuidado.  Me lo imagino desplazándose rápidamente por la habitación con su panza colorina meneándose de lado a lado. Se va al colchón que se encuentra debajo de mi cama y hace su bailecito con un ronroneo irregular y muy fuerte, a veces le  salen unos silbidos. No puedo evitar reírme.

 A veces mi mamá me cuenta que cuando la puerta de mi pieza está cerrada, la Canela se queda esperando afuera, mirando la manilla. El Clemente no, se va a buscar otro lugar donde vegetar. Como quiero a esos gatos, sus pelos completan partes de mis partes. Ojalá nunca dejasen de existir sus colas movedizas y sus agudos maullidos.
















2011


¿Qué? ¿Qué el celeste no es etéreo?
Entonces Dios bajó del cielo, con su caminar pausado, su ilustre bastón quebrajado por los trastes de la infinita eternidad y desplazándose con una plácida paciencia capaz de de volver loco al santiaguino más relajado.
El hereje, intrépido y lánguido como lagartija, tenía la faz blanca y yacía  lívido en el suelo de azufre. Las fumarolas daban un aspecto fantástico sacado de una historieta o de la peor pesadilla del papa. Dios movió al hombre con su bastón. Salió vapor.  Se oyeron las súplicas de perdón. No pasó nada. El divino estaba inquieto,  su trabajo se tornó una interrogante ¿cómo otorgarte perdón? Hoy me juzgan a mí. No bajé por ti la verdad. Todos pueden enamorarse, a mi no se me está permitido.
La Maldición del supremo se ponía en evidencia y repentinamente era reducido  y denigrado por risas demoniacas de unos cuantos entes monstruosos. Subió al mundo común y corriente, miró. Nadie le reconoció. Se lamentó de sentir. Volvió a subir y se sentó a esperar la otra eternidad. Ojalá fuera más dulce.












2011

Thursday, March 8, 2012


Ella



Se fue la loca, la veo como me sonríe desde lejos, desde el cielo. Mi mente tiene cara de niña, de pequeña traviesa con ojos grandes y bonitos. Se va. Se va. Se aplasta. Se muere y se resucita a sí misma.  Sólo flota y succiona  ideas, las funde. Crea estupideces irreales en lo vano y reales en lo abstracto. Difumina el ambiente sin necesidad de psicotrópicos. Se obstaculiza, pero cala en todo. Está adherida en mi cerebro y ha creado en mi cráneo una catacumba de vidas esporádicas. La veo bailar,  jugar conmigo, con mis “pensamientos”. Yo no pienso no imagino ni sueño, es mucho más yo vivo en mi mente y sobrevivo fuera de ella. Líneas puntos letras nada todo. No me sirve lo de acá, me dice. Sólo quiere moverse, habla tanto y no dice nada. Divaga, percibe, olfatea, crea, fantasea, hermosea, odia. Odia.